martes, 31 de marzo de 2009

Llegó el "Sakura"

Llegó el “Sakura” Los japoneses identifican la llegada de la primavera por el florecimiento del “sakura” o la flor del cerezo japonés. El florecimiento del “sakura” los suaves colores que van desde el blanco al rosado, cubren la totalidad de los árboles del “sakura” un velo de suaves tonalidades. Desde tiempos muy remotos los japoneses han admirado la flor del “sakura”, con veneración, contemplar la suave caída de sus pétalos y que el suelo se siembre de pétalos blancos como una alfombra de nieve, es casi un poema para los japoneses. Y al mismo tiempo un motivo de alegría y jolgorio. El “hanami”, contemplar la caída de los pétalos del “sakura” es una celebración, amical, familiar. Sentarse bajo los árboles, comer comidas deliciosas y beber hasta que la alegría colme los vasos. Admirar la belleza de las flores del “sakura” es una ceremonia de devoción para los japoneses, es además una belleza efímera, no dura más de tres días, y a veces una lluvia o el viento las sacan de su corto reinado al día siguiente. Pero son bellas y nada más refleja la cultura japonesa que la flor del “sakura”.


EL Gobierno crea los: "Centros One Stop" para extranjeros

Con más y más residentes extranjeros con problemas de empleo debido a la recesión en curso, el Ministerio de Justicia propone la creación de nuevas oficinas de atención para los inmigrantes (“Center One stop”) o "Centros de una sola parada o estancia" para los residentes extranjeros en las regiones de Kanto y Tokai con la finalidad de centralizar las interrogantes y problemas de ellos en un solo lugar.

Hasta ahora, la problemática de los extranjeros fue tratada por separado por los gobiernos locales, regionales y las oficinas de inmigración. Pero los tres centros - que se crearán en Tokio, Saitama y Hamamatsu en la prefectura de Shizuoka - estarán abiertos para la celebración de consultas sobre todas las cuestiones relativas a los residentes extranjeros en el país, en un intento de integrar mejor a los residentes extranjeros en la sociedad japonesa.

"La oficina de inmigración no es sólo la detención de los residentes ilegales, es ahora un lugar para trabajar hacia la creación de una sociedad en la que los japoneses y extranjeros puedan vivir en armonía", dijo un oficial de la Oficina de Inmigración.

El número de nativos y los coreanos nacidos en Japón con residencia permanente, que han vivido en Japón desde el período anterior a la guerra, ha venido disminuyendo. Sin embargo, el número de chinos y filipinos, así como los extranjeros de ascendencia japonesa cuyo empleo fue liberalizado en virtud de la revisión de la Ley de control de la inmigración de 1990, ha aumentado. En 2007, el número de los denominados "recién llegados" ("new comers") – ósea nosotros - superó al de los residentes permanentes especiales por primera vez (440000 vs. 430000).

Como resultado de ello, se teme que el número de niños que no pueden hablar japonés, y de los extranjeros no pueden encajar en la sociedad, también está en aumento.

Los centros estarán dotados de empleados de los gobiernos locales y antiguos empleados de oficina de inmigración, y cubrirá todos los aspectos de la vida ciudadana, desde la residencia a los procedimientos de cómo separar la basura correctamente. El centro de Hamamatsu se abrirá en abril.

(Mainichi Japan) Marzo 30, 2009

lunes, 30 de marzo de 2009

Matricula en las escuelas brasileñas en Japón se hunde al 39%

Las matriculas en las escuelas brasileñas en Japón se redujo a 39.1% de diciembre a febrero, ha puesto de manifiesto el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología (MEXT) según una encuesta.

El repentino descenso en el número de estudiantes ha ido de la mano con la actual crisis económica, como los padres brasileños han perdido su empleo ya no pueden pagar la matrícula.

Según la encuesta MEXT, hay 90 escuelas de Brasil en Japón en diciembre y 86 en febrero, 58 de las cuales proporcionaron datos para la encuesta. En estas 58 escuelas, para febrero la matrícula se redujo a 3,881de un total en diciembre de 6,373 estudiantes.

La situación fue similar para las tres escuelas peruanas, donde la matrícula se redujo de 172 en diciembre a 117 en febrero.

Del total de 2,492 estudiantes que abandonaron las escuelas brasileñas, 1.718 de ellos fueron contabilizados en la encuesta sobre su paradero actual. 722 regresaron a Brasil, 598 se encuentran en casa de sus padres a la espera que la suerte cambie de rumbo, y 160 fueron transferidos a otras escuelas.

Para hacer frente al problema el MEXT pide a los gobiernos regionales facilitar los requisitos de acreditación para las escuelas de enseñanza básica para los hijos de los residentes extranjeros, entre ellos 81 escuelas brasileñas que no están acreditadas.

El gobierno central esta muy preocupado de esta situación, pero el principal problema para que las escuelas extranjeras puedan recibir subvención o apoyo económico del gobierno o de las municipalidades es de tipo legal. Debido a que es necesario que las escuelas extranjeras privadas estén sujetas al control y supervisión de los organismos públicos, para poder ser beneficiados con apoyo financiero. Debido a que el artículo 89 de la Constitución japonesa prohíbe las subvenciones a "organizaciones que no están bajo control público".

Fuente: Japan Times.

domingo, 29 de marzo de 2009

“El Toyota que usted no conoce”: "Karoshi"

"Karoshi"

En Japón existe un término para señalar la muerte por exceso de trabajo es: KAROSHI.

El mismo año que, Kenichi Uchino murió a causa del exceso de trabajo, otro empleado técnico de otra instalación de Toyota también murió. La Administración le había puesto a cargo de diseñar una línea de montaje para producir en masa un nuevo modelo de Toyota. Era una tarea de enorme responsabilidad, y fue presionado constantemente por sus superiores inmediatos a cumplir con la fecha de entrega de la instalación, además, de que de ese cumplimiento pendía la promoción de su jefe. Salía de casa cada día a las 7:30 o 8:00 de la mañana y no regresaba hasta las 11:00 pm., de 12 ó 1:00 am. Si le incluimos el tiempo de transporte, él trabajaba de 15 a 17 ½ horas seguidas al día. El volumen de trabajo y la presión era demasiado, y en noviembre de 2006, a los 46 años de edad, el hombre murió de derrame cerebral.

La Administración de Toyota pudo haber argumentado que no tenían responsabilidad con la causa de muerte de este técnico y evadir las responsabilidades. Pero, resulta que la empresa tenía un sistema de control del estacionamiento para los empleados que registraba la entrada y salida de los autos y un compañero de trabajo filtró a la familia esta información. En base a esta información plausible el Ministerio de Trabajo determinó que las causas técnicas de la muerte fue por el exceso de trabajo, y de esta manera, la familia recibió una indemnización y cobra pensión como familia afectada.

Otro empleado de Toyota con sólo 32 años de edad se suicidó el 17 de enero de 2005. Él había sido encargado de crear y unificar un nuevo sistema de seguridad computarizado tanto en Japón como en el extranjero. Junto con su propio trabajo, fue también responsabilizado de supervisar la seguridad informática de numerosas subsidiarias en todo el mundo que fueron contratados para trabajar en este enorme proyecto. La carga de trabajo no sólo era enorme, sino además el cumplimiento de plazos de entrega, que era lo central del “Sistema de producción de Toyota”, añadió aún más presión sobre el trabajador. La primera fecha límite fue el 15 de enero en una reunión de alto nivel de ejecutivos, se tenía que explicar sobre el nuevo sistema computarizado de seguridad. La segunda reunión estaba prevista para el 17 de enero de 2005, pero el joven se suicidó ese día.

A pesar de que el sindicato empresarial de Toyota se negó a ayudar a la familia deuda en corroborar para el reconocimiento de accidente laboral, en marzo del 2006, la Oficina de Normas Laborales, reconoció que la muerte del técnico de computación fue a causa del exceso de trabajo, y consecuentemente, la familia recibió indemnización por la muerte y seguirá recibiendo pensión de familia deuda.

En Toyota ni los altos funcionarios administrativos se salvan del trabajo excesivo. El ingeniero jefe de un nuevo modelo híbrido Camry murió de un ataque al corazón el 2 de enero de 2006. Pocos días antes de su muerte el Camry diseñado por él, acababa de obtener el premio “Carro del Año” en Detroit. Toyota envió como regalo una pequeña réplica de oro del modelo Camry a su esposa. Cuando murió de exceso de trabajo tenía sólo 45 años. Estaba enfrentado a un enorme estrés por cumplir con la fecha de entrega. En la última etapa de lanzamiento a la venta del nuevo modelo, tuvo que solucionar un problema con el encendido del motor, afrontar el exceso de costo de producción, etc., de modo que durante meses fue persistentemente objeto de trabajo recargado. El es otra víctima de la muerte por exceso de trabajo (KAROSHI).

El Sr. Wakatsuki Tadao, presidente del ZEN TOYOTA UNION (Sindicato General de Toyota), ZEN TOYOTA RODOKUMIAI, calcula que los trabajadores de Toyota que sufren de depresión grave, anualmente deben llegar de 200 a 300 personas.

Es parte de un trabajo de Investigación “El Toyota que usted no conoce”

Elaborado por:

National Labor Committee

Charles Kernaghan, Barbara Briggs,

Xiaomin Zhang, Jonathann Giammarco, James Saylor, Danielle Rosenthal

National Labor Committee

sábado, 28 de marzo de 2009

Informe de la OIT

77 por ciento de los desempleados en el Japón no reciben prestaciones de desempleo

GINEBRA - Cerca del 77% de las personas desempleadas en Japón no reciben prestaciones de desempleo, esto pone al Japón en la peor posición entre los países desarrollados, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe de la OIT, titulado "La crisis financiera y económica: Un trabajo decente de respuesta", reveló que el porcentaje de desempleados que no reciben los beneficios era mucho mayor en Japón que en los Estados Unidos y Canadá, que ocupó el segundo peor lugar entre los países desarrollados con el 57%. Cifras correspondientes a otros países desarrollados eran 40% en el Reino Unido, el 18% en Francia, y 13% en Alemania.

La elevada cifra de Japón se piensa que es un reflejo del hecho de que los trabajadores tienen que pagar las primas de seguro por un año antes de ser elegibles para los subsidios de desempleo, dejando a muchos trabajadores no regulares sin recibir beneficios.

El número real de desempleados que no reciben prestaciones de desempleo se situó en 6,3 millones en los Estados Unidos, 2,1 millones en Japón, 800.000 en el Reino Unido, 700.000 en Canadá, y 400.000 en Francia y Alemania. El Informe poner en relieve la grave situación en Japón y Estados Unidos.

(Mainichi Japón) 26 de marzo de 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

Festival Contra la Pobreza 2009


反‐貧困 ANTI-POVERTY CAMPAIGN
El tema del “Festival Contra la Pobreza” este año es: “El Trabajo”.

Este sábado 28 de marzo

El movimiento de lucha contra la pobreza en Japón, liderado por jóvenes en su mayoría, y que esta desarrollando diversas actividades para derrotar a la pobreza, realiza el tradicional Festival, un simposium de reflexión sobre el tema y a la vez un hito en las campañas diarias contra la pobreza. Están todos invitados. El incremento de los trabajadores informales y los inclementes “despidos de los trabajadores por envío”, los trabajadores formales obligados a trabajar largas jornadas laborales. “El trabajo, el hecho de trabajar” está siendo destrozado. La destrucción del trabajo nos cierra los ojos a veces. Sobre ello, se dice que en la crisis actual, unos 400,000 e incluso 1’000,000 de trabajadores informales perderán el empleo; y esa ola amenaza a los trabajadores formales y a los recién graduados. Hay de un lado, los trabajadores formales que siempre están ocupados sin que pueda terminar con su trabajo y de otro lado, los trabajadores informales que aunque trabajen y trabajen los ingresos que obtienen no les alcanza para vivir....en medio del dilema trágico de:”Muerte por exceso de trabajo (KAROSHI) o la pobreza”, está siendo preparada una situación de enfrentamiento de trabajadores contra los trabajadores con frases como: “ése se la lleva fácil”, “aquél está protegido en exceso”. Cómo sería una sociedad donde los trabajadores puedan trabajar con vivacidad y vivir, cuáles serian las tareas que nos emplaza la realidad que estamos viviendo, y ¿cómo podríamos superarlos? Nos gustará pensarlo junto con todos aquellos que tienen una diversidad de maneras de trabajo. El simposium principal se titula: “Actualmente está en peligro el trabajar”
Fecha:
28 de marzo del 2009,10:00 a 15:30

Lugar: Tokyo to, Chiyodakuritsu Kanda Hitotsubashi Chugakko (a 4 minutos de la estación Jinbocho del subterraneo)
Organiza:
Red Contra la Pobreza

Colaboración:
Shuukan Kinnyoubi/

Fotos cedidas gentilmente de aquí: http://www.mkimpo.com/diary/2007/anti_poverty_07-07-01.html
Convocatoria y texto: http://www.k5.dion.ne.jp/~hinky/

Se realizó la reunión Urgente en las Oficinas parlamentarias

Reformas de la ley de Inmigración violan los derechos humanos advierte Federación Japonesa de Abogados.

Por Minoru MATSUTANI

Japan Times.

La Federación Japonesa de Colegios de Abogados y organizaciones sin fines de lucro expresaron en la Conferencia de prensa en las Oficinas parlamentarias el miércoles 25 su preocupación por los proyectos de reforma de las leyes de inmigración que violan los derechos humanos de los residentes extranjeros. Los proyectos de ley fueron presentados a la Dieta a principios de este mes y se someterán a debate en estos días.

Los críticos de los proyectos de ley también dijeron que las penas para los infractores de las leyes, incluiría una multa de hasta 200.000 yenes para los que no llevan la nueva "ZAIRYU" (residencia) tarjeta que sustituirá a las actuales tarjetas de registro de extranjeros, son demasiado duras. Los proyectos de ley también introducirán multas para aquellos que no informen de cambios en sus datos, incluida la dirección, lugar de trabajo, la escuela y el estado civil. La nueva ley propondría la gestión y registro de los datos de los residentes extranjeros en el Ministerio de Justicia, en sustitución del actual sistema por los gobiernos locales.

"En general, la nueva ley para los extranjeros carece del respeto por la privacidad de los extranjeros, dijo Mitsuru Namba, abogado y miembro de la Federación y del Comité de la protección de los derechos humanos, a los periodistas en Tokio.

Mizuho Fukushima del Partido Social Demócrata, dijo en la reunión, que su partido está dispuesta a oponerse al gobierno en la Cámara de los Consejeros. "Los proyectos de ley de supervisión de los extranjeros sugieren que se refuerce la Gestión de la información y dará lugar a la vigilancia de los extranjeros".

Namba y Nobuyuki Sato del Instituto de Investigación “Acción para los coreanos en el Japón” instó a los legisladores a modificar los proyectos de ley por lo que el Estado no puede utilizar la tarjeta de número de código ZAIRYU como una "llave maestra" para realizar un seguimiento en cada detalle de la vida de los extranjeros. "Tal cosa sería inaceptable para un ciudadano japonés, y (el gobierno) debe explicar por qué es necesario para los extranjeros", dijo Sato.

El gobierno afirma que la propuesta de revisión, que pide la supresión de las tarjetas de registro de extranjeros y la expedición de tarjetas de ZAIRYU en su lugar, permitirá a los municipios que proporcione a los extranjeros que residan legalmente todos los beneficios sociales, incluyendo seguro de salud.

Actualmente, los residentes extranjeros en caso de moverse de una ciudad a otra y no informar de su nueva dirección, es difícil para los municipios confirmar su paradero. El gobierno sostiene que la modificación de la ley pretende motivar a los extranjeros a informar de su estado propiamente dicho y que reciben una amplia gama de beneficios sociales.

Sin embargo, Tetsuji Nakamura miembro del Partido Democrático de Japón parlamentario de la Cámara Alta, presente también en la conferencia de prensa, cree que puede ocurrir lo contrario. "Así que muchos extranjeros se irán bajo tierra. Me temo que los que no tienen un estado de residencia aprobado serán invisible".

Toru Nishimura, un activista de oposición a la red de registro de residente, sostuvo que los gobiernos locales hacen un mejor trabajo y garantizan los residentes extranjeros reciban prestaciones sociales y mejor que las supuestas del Ministerio de Justicia. "Los gobiernos locales están haciendo sus máximos esfuerzos a la gente y ver a los invisibles, los que no están registrados”, dijo.

“Los proyectos de ley están llenos de problemas. Vamos a escuchar las opiniones de todo el mundo y corregir lo que debe ser corregido", dijo Nobuo Matsuno, otro legislador DPJ Cámara Alta.

jueves, 26 de marzo de 2009

El Toyota que usted no conoce

Muerte por exceso de trabajo en la Planta de Prius

National Labor Comitee New York.

Tan pronto como se graduó de la escuela secundaria, Kenichi Uchino ingresó a trabajar a la empresa Toyota en abril de 1989 a los 18 años de edad. Esto había sido siempre su sueño. El se crió en la ciudad de Toyota, donde tanto su padre y su abuelo trabajaron en las plantas de Toyota. Cuando niño, ayudaba feliz a su padre en el lavado de su auto Toyota.

A las 4:20 horas de la mañana del sábado 9 de febrero de 2002, cuando faltaba poco para finalizar su jornada de 14 horas en turno nocturno de la planta de Toyota Prius, Kenichi Uchino de 30 años de edad de repente se derrumbó. Fue llevado al hospital, donde, veinte minutos más tarde, fue declarado muerto. Dejó una joven esposa, una hija de tres años y un hijo de un año de edad. El tribunal en la ciudad de Nagoya, Japón declaró que la muerte del Sr. Uchino se debió a la sobrecarga de trabajo en la planta de Toyota Prius y ordenó al Ministerio de Trabajo a pagar una pensión a la familia para que los niños no sufran más de lo que ya habían sufrido.

El Sr. Uchino a la izquierda de su joven esposa y sus dos hijos,-uno de un año de edad y otra hija de tres años de edad.

En los 30 días previos a su muerte, Kenichi Uchino había trabajado 106 ½ a 155 horas extraordinarias, y la gran mayoría de estas horas extras no habían sido pagadas. La gran diferencia en el rango del horario es debido a los criterios de si contabilizar como tal los trabajos que se llevaba a casa y las horas de reuniones informales con sus colegas. La diferencia de esos rangos fueron impagos. "Uchino había sido encargado de las actividades para crear sistemas de control de calidad” por “iniciativas propias", -citando un artículo de prensa publicado en Nagoya el 1 de diciembre de 2007 - "Toyota argumentó que dichas actividades eran realizadas fuera del horario laboral. Pero el Juez Tamiya, aceptó el argumento de la esposa que planteó que “esas actividades consistían en la práctica el ámbito del trabajo de Uchino en Toyota. Incluso dado por descontando las horas que le demandaba el trabajo que se llevaba a casa y las reuniones fuera de la empresa, el tribunal dictaminó que el Sr. Uchino había trabajado 61 horas y media de horas extraordinarias sin pago en los 30 días previos a su colapso y la muerte súbita en la planta Tsutsumi, donde se produce el Prius.

La Sra. Hiroko Uchino, con voz suave nos refirió que Kenichi “era cariñoso y buen padre."

Kenichi Uchino era un buen trabajador. Pero, como los jefes administrativos, Toyota añad más y más responsabilidades a su carga de trabajo, y comenzó a sentir la presión de la enorme cantidad de horas extraordinarias. De las cuales una gran cantidad de horas fueron no remuneradas, de las que además no tuvo forma de escapar.

Kenichi trabajó como inspector de control de calidad en la planta Tsutsumi en la ciudad de Toyota donde se fabrican los autos Prius. Su trabajo principal era chequear las fallas de las carrocerías. Si se encontraba defectos, el coche tenía que ser retirado de la línea de montaje, reparado y sólo entonces podría volver a la línea. Tenía que realizar un seguimiento de todos los números de coches en la línea. Su esposa dijo que su trabajo era "muy estresante", ya que si surgían problemas en otras líneas a menudo era llamado a esas otras líneas. También tenía que realizar un seguimiento de las piezas de automóviles e informar sobre las piezas faltantes.

Kenichi también fue puesto a cargo de la seguridad del tráfico, tanto dentro como fuera de la planta. En la planta de producción donde las carrocerías de los autos y los vagones grandes llenos de piezas se mueven a control remoto van, vienen y se entrecruzan, la seguridad laboral era, en particular, una de sus labores de gran responsabilidad, responsabilidad que no podía descuidar en ningún momento pues los trabajadores constantemente están en movimiento.

Después de terminar su turno "oficial", Kenichi tenía que quedarse a preparar informes para el próximo turno, haciéndoles saber los problemas que se presentaron en el turno que terminaba y qué requería prepararse para el siguiente turno. Kenichi fue también líder del Círculo de Control de Calidad, a cargo de un grupo de diez o más trabajadores que tenían que reunirse varias veces al mes y preparar un reporte trimestral que contenga ideas para aumentar la productividad y reducir los costos. Estos reportes obligatorios sobre Control de Calidad fueron siempre horas extras impagas. Como empleado experto de Toyota tenía que reunir materiales de referencia, preparar informes para diferentes tipos de reuniones. Tuvo además responsabilidades de cargos administrativos como es chequear si los descansos pagos y subsidios de los trabajadores de su línea eran correctamente pagados. Kenichi fue responsabilizado también de la formación de los nuevos trabajadores temporeros que Toyota constantemente contrataba. La noche en que falleció, justamente, había estado entrenando a un trabajador temporero.

“Kenichi Uchino y su Familia”

"Los últimos seis meses fueron especialmente difíciles” nos contó la Sra. Uchino. En Toyota, los trabajadores alternan turnos cada dos semanas, del día a la noche y viceversa. En el turno de día, la rutina del Sr. Uchino era de 5:30 a.m. a 7:30 p.m.,, 8:00 ó 9:00 pm, al día trabajaba 13, 14 o hasta 15 horas. A menudo trabajaba hasta seis días a la semana. La semana antes de su muerte, trabajó 82 horas en el turno de día, que sumarían 85 horas, si contamos las tres horas de trabajo que realizó en casa el domingo. La semana que murió esta en el turno de noche, llevaba trabajando 70 horas. Desde las 3:20 p.m. hasta las 5:20 a.m. del siguiente día, jornada de 14 horas que incluyen las acostumbradas horas extras. Cuando trabajaba en el turno de noche, salía de casa alrededor de las 2:00 p.m. y, a menudo, no regresaba hasta las 7:00 de la mañana siguiente en que su esposa ya estaba despierta. Si contabilizamos las horas de traslado de la casa a la empresa, él estaba ausente de la casa 17 horas al día. Sólo dormía cuatro o cinco horas al día. Cuando llegaba a casa, estaba tan cansado que ni podía jugar con sus hijos ni comer con su familia, con frecuencia lo único que hacía era caer derrumbado en la cama.

Los fines de semana, se dedicaba a recuperar el sueño, realizar el trabajo traído a casa, participar en las actividades de “propia iniciativa”. Pero, antes de tener ese ritmo, al Sr. Uchino le gustaba llevar a la familia de paseo en auto, su auto Toyota.

La señora Uchino dijo que su marido se quejaba de las agotadoras horas y el estrés constante, pero no demasiado, le solía decir: "es duro, pero ni modo. Alguien tiene que hacerlo. “Por el bien de la familia tenía que mantener una buena actitud”, “él, mantuvo la esperanza de que poco a poco las cosas mejorarían. Pero sin que mejoraran las cosas, él se murió." Nos contó la Sra Uchino.

La Sra. Uchino, para poder solventar los gastos de crianza de sus hijos, solicitó la pensión para la familia deuda por muerte en el trabajo, a dos instancias de la jurisdicción del Ministerio de Salud y trabajo que son: las Oficina de Inspección de Normas Laborales y a la Dirección General de Trabajo de la prefectura de Aichi, la sección de Seguro Laboral. Pero su solicitud fue denegada las dos veces. Recién a seis años después de la muerte de su esposo, cuando la Sra. Uchino con la ayuda de un abogado consiguió ganar el caso en el Tribunal del Distrito de Nagoya, consiguió ser indemnizada con la pensión. La corte regional estipuló que había una relación causal y consecuencia entre las largas horas de trabajo del Sr. Uchino en Toyota y su muerte. Toshiro Tamiya Magistrado Presidente determinó que "el Sr. Kenichi Uchino murió a causa de exceso de trabajo”. El juez Tamiya señaló que “el Sr. Uchino estaba tan cansado que no podía siquiera jugar con sus hijos. "

En los tribunales, la empresa Toyota argumentó que el Sr. Uchino había trabajado sólo 45 horas de las horas extraordinarias en el mes previo a su muerte y que las otras 61 horas y media fueron de naturaleza "voluntarias" y "eran actividades informales”. El tribunal rechazó el argumento de Toyota y dictaminó que el número de horas extraordinarias efectivamente trabajadas por el Sr. Uchino fueron más de de 106 horas. Incluso se trataba de un cálculo muy conservador, ya que no incluyen los trabajos llevados a casa efectuados los fines de semana, o las reuniones de trabajo con los colegas fuera de la gestión de la planta fomentados por las exigencias de la administración. El tribunal dictaminó que el Sr. Uchino había trabajado más de 61 horas extraordinarias no remuneradas en los 30 días antes de que se derrumbó y murió.

La Sra. Uchino sostiene que su marido trabajó en realidad 155 horas extraordinarias, lo cual quiere decir que 110 horas no fueron remuneradas. La Sra. Uchino señala que con frecuencia su marido trabajaba tres a cuatro horas en sus días libres-como lo hizo el sábado antes de su muerte, 26 de enero, preparando los informes cuyo plazo vencía la semana siguiente. Hubo también reuniones frecuentes con los colegas fuera de la fábrica, a menudo con comida y bebida. Toyota afirma que esas reuniones son de libre participación y que a nadie se le obliga asistir. Pero, en realidad, los trabajadores jóvenes, aspirantes al ascenso, percibían la presión y la asistencia a esas reuniones informales se les hacía normal la asistencia obligatoria.

Durante largos seis años la Sra. Uchino ha luchado para ganar una pensión por la muerte de su marido para poder criar a sus niños pequeños. Durante todo ese tiempo, el sindicato de Toyota al que pertenecía el Sr. Uchino, no hizo nada, no mov un dedo para ayudar a ella y sus hijos.... El sindicato de Toyota no reclamo nada de indemnización para la familia. La señora Uchino nos dijo: "El Sindicato de Toyota es sólo una entidad a favor de la administración de la empresa Toyota."

La administración de Toyota nunca pidió disculpas a la familia, ni una vez ha expresado sus condolencias, ni la ha ayudado ni una vez, ni mucho menos han dado un pronunciamiento público.

La señora Uchino nos dijo: “en la ciudad de Toyota la gente no habla de asuntos relativos al trabajo, como enfermedades y muerte por exceso de trabajo, porque ello daría una mala imagen de Toyota. Hay una tendencia a ocultar los problemas”.

La Sra. Uchino nunca tuvo intención alguna de convertirse en una activista crítica atacante de Toyota. Su lucha fue totalmente por sus hijos. Ella, tan sólo aspiraba a poder criar a sus hijos dentro del estándar normal como cualquier persona, y por ello consiguió la pensión de su difunto marido. Por sus hijos, eso era algo mínimo que la Toyota debería haber asumido sin mediación de reclamo, pero.....

El Sr. Uchino tenía justo 30 años cuando murió por exceso de trabajo. El no estaba enfermo ni era de tomar mucho licor, ni se dedicaba a las apuestas. Actualmente sus dos hijos tienen 7 y 9 años respectivamente.

Sra. Uchino, Barbara Briggs y Charles Kernagahn

Junio de 2008

"Muerte por exceso de trabajo en la Planta de Prius"

Es parte de un trabajo de Investigación elaborada por:

National Labor Committee

Charles Kernaghan, Barbara Briggs,

Xiaomin Zhang, Jonathann Giammarco, James Saylor, Danielle Rosenthal
"El Toyota que usted no conoce"
National Labor Committee

miércoles, 25 de marzo de 2009

Los Trabajadores Descartables

Luis Alberto es peruano, está en Japón desde 1992, atraído por el brillo de la bonanza de trabajo en Japón y las innumerables versiones de fabulosos sueldos e infinitas oportunidades, escuchadas en su pequeña población de Huacho, al norte de Lima. Primero vino él sólo y al año hizo traer a su esposa y a su menor hijo, entonces de tres años de edad. Hace cuatro meses ya que Luis Alberto se quedo sin trabajo, al comienzo le pareció parte de la rutina, salir y buscar otro, pero con el paso de los días se dio cuenta que ya no era lo mismo, se encontró en las calles sin destino de la desocupación a muchos compañeros y por más esfuerzos y gestiones que ha hecho no ha podido encontrar trabajo, ni él ni su esposa, y la situación es dramática para él y su familia, en anteriores oportunidades también se había encontrado en la misma situación, sin embargo dice: “ahora la cosa es distinta, es bien fregado conseguir trabajo”. Frente a su pequeño apartamento de dos habitaciones que comparte con su familia, se estaciona el automóvil de segunda mano que compró en la época de bonanza. Hoy no lo puede utilizar porque el permiso de circulación o Revisión técnica ha vencido y no puede pagarlo. Durante todo este tiempo de paro ha visto esfumarse los pocos ahorros que había podido reunir con su esposa y para sobrevivir se las esta ingeniando de muchas maneras, ofreciendo comidas a sus compatriotas (pollo a la brasa, tamales), haciendo pequeños trabajos de reparaciones y de limpieza. El es un “owerstay” (trabajador sin visa), es decir no tiene permiso de residencia en Japón. Forma parte de los aproximadamente 2,000 trabajadores peruanos que han sobre vivido sin permiso de residencia en Japón. Una buena parte de ellos pensando seriamente en coger las maletas y decir chau Japón, no queda otra.

Esta es la situación de Luis Alberto, pero ¿y los trabajadores con permiso de residencia, en su mayoría nikkeis?, ¿Cuál es su situación? No es muy distinta a la de Luis Alberto, también hay personas que están sin trabajo, y los que lo tienen, han visto recortarse su salario, incentivos, horas extras o están a la espera al salto definitivo a despertarse y aburrirse de ver la televisión japonesa. En general podría decirse que la suerte es igual para todos, hermanos en las desgracias. Todos los extranjeros latinoamericanos trabajan en la producción automotriz, electrónica y productos del hogar. El sector de la economía japonesa de exportación que se ha derrumbado con la crisis global generada por el gangsterismo de los bancos americanos.

Con distinta suerte algunos están gastando sus ahorros, otros se aferran en medio del naufragio a la tabla salvavidas del seguro de desempleo y los más salados miran acabar el invierno de este año desde sus apartamentos, en pleno huayco. Los que todavía conservan su trabajo, trabajan de tres a cuatro días a la semana o trabajan cuatro o cinco horas al día, casi nada, sólo alcanza para pagar la renta y de vez en cuando comer. Los pocos empleos que se ofrecen, no están ligados a la producción sino a la industria alimentaría. La hora la pagan a 850 yenes la hora y con mucha suerte se encuentra a 1,000 yenes. Y pensar que nadie aceptaba antes un pago por menos de 1,250 y que lejanos parecen los días cuando se ganaba 1,400 yenes y la aristocracia de la chamba sudaba los overoles por 1,800 yenes la hora.

No, la cosa esta para llorar. Ahora es común encontrar en las estaciones de tren - la plaza publica de los peruanos - a muchos peruanos desempleados, en otras épocas era usual encontrarlos los fines de semana, ahora es cosa de todos los días. Los peruanos en las buenas y en las malas se buscan y se encuentran, para buscar salidas a sus problemas y necesidades, no hay peruanos solos en Japón, siempre están los amigos, los primos, los cuñados. Además de ser un requisito imprescindible para poder vivir en tierras extrañas y lejanas. Se busca para compartir la soledad, la amistad, los recuerdos, las esperanzas. “No hay trabajo”, es el fantasma que recorre la mirada de los peruanos, y les basta, no interesa mucho saber de Crisis globales y de problemas de mercado internacional, ese es otro problema, el particular es el que interesa y se busca desesperadamente donde tirar una balsa salvavidas para flotar en el océano de malas noticias que nos están llegando todos los días.

En semanas pasadas la televisión japonesa, hacia reportajes casi diarios sobre la suerte de trabajadores brasileños, quienes por su número, más de 300 mil migrantes, su situación y problemática es más notoria. Mostrando el lado oculto de la crisis y el mundo que la sociedad japonesa no conoce, el mundo de los migrantes. Cuando sus necesidades de mano de obra fueron apremiantes les daban la bienvenida y regalaban sonrisas a los trabajadores latinos, y soportaban estoicamente sus excesos; pero cuando se termino la demanda de trabajadores, les dan la espalda y los quieren desechar como cualquier producto descartable que abunda en el Japón. Como un robot obsoleto que ya no les sirve. La situación de los “trabajadores descartables”, con la dosis de sensacionalismo usual en los medios, con el rostro oculto a la pregunta embozada certera de: ¿Si no hay trabajo, preferiría regresar a su país?

Caída mundial en febrero de la producción de las automotrices japonesas

Los principales fabricantes de automóviles japoneses anunciaron que la producción en febrero cayó significativamente, con el líder de la industria Toyota Motor Corp. con un récord de 64,0 % de derrumbe de su producción nacional en relación al año anterior.
Las cifras de Toyota mostraron que la producción mundial en febrero se desplomó 49,6% a 434.179 unidades.
La producción global de Honda Motor Co. La segunda empresa automotriz japonesa, declinó 42,7% en febrero a 190.680 vehículos, mientras sus resultados en Japón bajaron 48,4% a 54.748 unidades.
La producción en el mundo de Nissan Motor Co. la tercera empresa japonesa, en febrero retrocedió 51,3% a 156.864 vehículos, mientras las cifras nacionales se hundieron 68,8%.
La producción mundial de Mazda Motor Corp. bajó 54,6% a 57.642 unidades en febrero, al tiempo que la producción de Mitsubishi Motors Corp. descendió 65% a 45.048 vehículos respecto al mismo mes del año pasado.
En otro anuncio, la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón dijo que las ventas de vehículos en el país durante el año fiscal que terminará en marzo del 2010 anticipan una caída del 8% en términos interanuales a casi 4,3 millones de unidades, la menor cantidad en 32 años, en números absolutos será de 4,297,600 unidades.
El organismo también dijo que la industria nacional las ventas de automóviles en el actual ejercicio económico que termina este mes es probable una caída de 12,2 %.
Con signos de recuperación todavía no a la vista, los principales fabricantes de automóviles japoneses esperan que la crisis continúe rozando los niveles de producción y costes de personal y se preparan para soportar un año muy duro en medio de la crisis económica mundial, que en Japón ha puesto a la mayoría de los trabajadores inmigrantes latinoamericanos al borde de la incertidumbre de encontrarse sin trabajo, casi de un día para otro.
Fuente: Medios periodísticos japoneses.

martes, 24 de marzo de 2009

Breve Historia del sindicato Kanagawa City Union II

Origen del Sindicato Kanagawa City Union.-

El sindicato KCU nace a principio de la década de los ochenta. Personas que vienen de distintas experiencias sociales de esa época, se juntan en mayo de1984 para fundar el KCU. Principalmente la base laboral de quienes la fundan son los trabajadores que construyen barcos.

KCU es un pequeño sindicato comunal que en sus inicios fue de trabajadores japoneses orientado a resolver los problemas laborales de los trabajadores japoneses que no lograban ser reivindicados en los sindicatos oficiales existentes; ubicado en Kawasaki, ciudad que al igual que Yokohama forman el mayor cinturón industrial del Japón, una inmensa zona de fábricas de automóviles, metal mecánica, química, artefactos para el hogar, electrónica etc.


La presencia de dos personalidades, la Sra. Masako Hirama, llamada cariñosamente como “Maria san”, de origen coreana, migrante y católica, así como del padre Uehara quienes vinculados a los problemas de los trabajadores migrantes coreanos, inician un acercamiento al KCU cuando se dieron cuenta que el conjunto de los problemas de los extranjeros eran laborales, lo que le da el primer impulso a KCU de asumir las causas de los trabajadores migrantes. Esto sucede a fines de la década del 80, ellos realizan innumerables charlas y reuniones con los trabajadores migrantes coreanos que vivían en la localidad de “Kotobuki cho”, en Yokohama. Kotobuki cho es un barrio donde viven desde tiempos históricos los trabajadores pobres, los desheredados de la sociedad, cubren sus frías aceras la pobreza y la precariedad de los jornaleros que trabajan por contrata diaria. Es la otra cara del Japón rico y desarrollado. El Sindicato Kanagawa City Union tiene desde sus inicios la presencia de fieles católicos, monjas y de sacerdotes fuertemente comprometidos con los trabajadores en Kawasaki y Yokohama. Sin que ello implique por supuesto ningún compromiso con la iglesia. El actual presidente y líder del KCU Sr. Satoshi Murayama nos dijo en alguna oportunidad yo no soy católico, pero muchos miembros sindicales lo son.

El KCU fue uno de los primeros en reivindicar a los trabajadores extranjeros frente a la violación de sus derechos laborales y de su dignidad como personas. Los primeros extranjeros en pisar KCU fueron los coreanos, y los filipinos. Para hacer frente a problemas, como despidos, salarios impagos, accidentes laborales, hostigamientos. Entre las diversas nacionalidades que integran el sindicato además de los japoneses, están los ciudadanos coreanos, chinos, filipinos, iraníes, bolivianos, brasileños, colombianos, argentinos, dominicanos, paraguayos, peruanos y de otras nacionalidades más.

La presencia latinoamericana en el Sindicato Kanagawa City Union.

Los latinoamericanos si tenemos derechos en Japón.

En 1994 un trabajador peruano concurrió a KCU. Pero es recién en 1996 cuando empiezan a aparecer los trabajadores migrantes latinoamericanos en KCU y lo hacen vía una institución de la Iglesia Católica, el "Centro de Solidaridad con los Migrantes”, SOL (“Tainichi”, en su acepción popular). El “Tainichi” era un centro formado por el Obispado de Yokohama para acoger y dar respuesta a los problemas de los migrantes extranjeros (filipinos, coreanos y latinoamericanos) en tierras japonesas. Los latinoamericanos somos de reciente migración al Japón, iniciada a fines de la década de los 80, frente a los de nacionalidades asiática de antigua presencia en tierras japonesas.

Orientados por el “Tainichi”, los migrantes latinoamericanos llegan a KCU. En sus inicios, la desconfianza milenaria nuestra y la referencia que manejaban acerca de los sindicatos de nuestros países, llenos de politización y de marcado tinte ideológico, dificultan una relación de afiliación gremial. KCU como la gran mayoría de los sindicatos japoneses no está relacionado con un partido político y no son usados como plataforma partidaria. Son organizaciones civiles legales que cumplen su labor de acuerdo a las leyes, entender esto y sacarse la dura piel de nuestras experiencias y sus desencuentros costaron y cuesta mucho, sobre todo a personas mayormente de clase media entre los migrantes, quienes temían ser catalogados como “extremistas” o “terroristas” por pertenecer a un sindicato y reclamar sus legítimos derechos. Además del mensaje que divulgaron las empresas contratistas apenas llegaron los latinoamericanos al Japón fue: “ustedes no tienen ningún derecho”, mensaje que divulgaron para sacar provecho de la sangre y del sudor de los migrantes latinoamericanos en Japón.

El desconocimiento de la realidad japonesa y la interpolación de su propia experiencia social hacen que los migrantes latinoamericanos demoren algunos años en relacionarse con los sindicatos japoneses. En un primer momento es el desconocimiento, luego los problemas idiomáticos y culturales para por último asesorados por el “Tainichi” comprender que como trabajadores tenemos derechos y que son los mismos que los trabajadores japoneses. Ya que para esos años la “burbuja económica” que nos había llevado al sueño japonés, se había acabado y el trabajo escaseaba y los abusos aumentaban. No es lo mismo sentir la explotación y los abusos, si a ello se agrega el desconocimiento de las leyes laborales de ese país y se viste la piel de migrante, de extraño. KCU enseñó en los hechos que los lazos de la solidaridad dentro de los trabajadores sí son posibles y que no tienen patria.

El Caso Maruko Kogyo.-

En 1996 se inicia el caso de despido masivo de “Maruko Kogyo”, una fábrica de pantallas de computadoras. Una lucha histórica que incluyó juicio a tres trabajadores por parte de la empresa dura hasta 1999, en el transcurso de ese tiempo se logró importantes conquistas, reposiciones, indemnizaciones, mejoras en las condiciones de trabajo, etc. En 1999 la fábrica cierra su planta en Japón y la traslada a Singapur. Fruto de las negociaciones colectivas sostenidas periódicamente, la empresa indemnizó con pago significativo a todos los trabajadores incluso a los no sindicalizados frente al despido por el cierre. Paralelo a esta experiencia larga y fructífera se siembra en el seno de la comunidad peruana la aceptación de la propuesta sindical, afiliándose cada vez más en busca de solución a los despidos abusivos y malos tratos. Ahora son muchos los casos, las experiencias y las anécdotas surgidas de la participación de los trabajadores migrantes peruanos en KCU. Cabe destacar el caso de los despedidos de Toshiba Fukaya, en Saitama, ya que parte de sus indemnizaciones fue destinada a tender puentes de solidaridad con niños trabajadores de su país de origen: el Perú.

La solidaridad no tiene fronteras.

Cuando los latinos inician su acercamiento al KCU, los trabajadores migrantes extranjeros de origen asiático ya estaban en KCU. De esta manera la presencia de los peruanos y latinoamericanos en general constituyó un paso más en la historia de KCU, a la diversidad de idiomas se agregó el alegre acento del castellano y el sabor y la calidez de la sonrisa latina. Hemos crecido en KCU lo prueban las fotos de nuestros amigos en sus paredes, los avisos en castellano, los traductores que hacen la labor indispensable de la comunicación y los rostros latinos que pueblan las oficinas de KCU.

Los trabajadores migrantes recurren al organismo sindical para que los defienda y asesore principalmente por casos de despido, sueldos impagos, accidentes laborales, malas condiciones de trabajo. Los miembros sindicales pagan una inscripción y dan un aporte mensual para los gastos administrativos de la institución. De los pagos indemnizatorios logrados fruto de la negociación para los trabajadores fuera de los salarios y horas extras no efectuadas, un porcentaje de ese dinero se aporta al sindicato para los gastos sindicales que consisten principalmente en las movilizaciones que implican pasajes y comidas y demás gastos administrativos. De esta manera el sindicato de los trabajadores logra una independencia económica que le posibilita mantener una fortaleza gremial.

En los años noventa, los casos en KCU, eran 200 máximo eran 250 al año. Entrado al 2000 empezó a crecer el número de casos a 300 o 350 casos al año. El año 2007 han sido 390 casos al año. Este año con toda facilidad se va a llegar a los 500 casos. Y los trabajadores latinoamericanos son el 85% de los miembros sindicales. La característica de KCU es de ser un sindicato muy activo, de movilizaciones muy fuertes y muy frecuentes. Ha habido años en que al año se han movilizado 200 veces, se han movilizado tres veces a la semana.

Esta es la breve historia del sindicato KCU, una institución japonesa, dirigida por trabajadores japoneses y que agremia en su mayoría a trabajadores extranjeros y que abre las puertas a la esperanza y que nos enseña que la solidaridad no tiene fronteras.