El Chindon'ya, un modo de propaganda tradicional japonés.

El Chindon'ya (チンドン屋), también llamado tōzaiya (东西屋) o hiromeya (広目屋o披露目屋) son un grupo de músicos que van por las calles con trajes japoneses tradicionales y muy maquillados, para anunciar la apertura de tiendas y otros establecimientos. Para hacer la publicidad o la promoción de eventos especiales tales como ofertas de ventas, etc.

Hoy en día, los chindon'yas son raros en Japón. Ha ido perdiendo espacio frente a la publicidad moderna, de carteles en los trenes y los medios. La primera vez que vi un Chindon'ya, me impresionó, el colorido, la originalidad, la ropa y la mezcla alegre de los instrumentos occidentales y la ropa tradicional japonesa, no me importó que hicieran propaganda para un “pachinko”, no, sino el halo lleno de nostalgia por aferrarse a costumbres que agitan pañuelos de despedida. Eso me pareció el Chindon'ya la primera vez y las siguientes oportunidades que lo vi, por las atestadas calles comerciales de Tokyo, un grupo de músicos del pasado en medio de la tecnología del siglo XXI.

Chindon'ya apareció por primera vez en Osaka a mediados del siglo XIX, y adoptaron la música occidental y los instrumentos hacia el final del siglo. Más tarde, se convirtió el Chindon'ya en parte imprescindible de las calles comerciales de Tokyo. Los músicos ambulantes con su alegre pregón y carteles de anuncios eran parte de la cultura urbana. Actualmente el número de músicos varía de tres a cuatro, antes el número era de siete. Hay un festival nacional de Chindon'ya que se lleva a cabo cada abril en la ciudad de Toyama y recibe amplia cobertura en los medios. Es un esfuerzo para evitar su extinción.

Hoy en día, la radiodifusión y la prensa han marginado al Chindon'ya. La televisión se ha convertido en la más grande "chindonya" de todos y todas, y además ha quitado la vida a las calles japonesas. El Chindon'ya es para las personas que están en las calles y alrededores, es una manera de compartir el sentido de comunidad que ya se esta perdiendo por la masificación. La televisión, por otro lado, es para una población cada vez más autista, inexpresiva, sin el sentimiento real y colorido de la tambora, el clarinete o el saxofón y los platos, que recorren con su bullicio las calles. Y es una pena, porque el Chindon'ya es una de las expresiones llena de nostalgia más bonitas del Japón. Cada vez que lo veo no deja de alegrarme el día.