ZAIRYU: Nueva tarjeta de residentes para extranjeros en debate.

Partido Democrático del Japón propone cambios a los proyectos de ley sobre nuevo registro de los extranjeros residentes.

Por Minoru MATSUTANI

Japan Times

El Partido Democrático de Japón en el Panel de asuntos jurídicos, ha elaborado propuestas para suavizar las reglas y sanciones estipuladas en los proyectos patrocinados por el gobierno central para reforzar los reglamentos de inmigración sobre los residentes extranjeros. Informó el legislador Ritsuo Hosokawa.

El grupo instó a la eliminación de disposiciones en los ocho proyectos de ley, que obligaría a los extranjeros a llevar siempre tarjetas de residencia.

Estas tarjetas, llamadas "ZAIRYU", sustituirán a las tarjetas de registro de extranjeros actuales, si los proyectos de ley presentados ante la Dieta se aprueban. Según estas propuestas, los extranjeros estarían obligados a llevar sus tarjetas de extranjería en todo momento, pero a diferencia de las actuales, un incumplimiento de la ZAIRYU podría ser motivo para una multa de ¥ 200,000 yenes. Otro motivo de una multa sería la falta del informe inmediato de los cambios en la información personal, la dirección de residencia, lugar de empleo o estado civil.

"El régimen de control (más de los residentes extranjeros) es muy estricto en los proyectos de ley”, dijo Hosokawa. En el marco del sistema propuesto, los registros de los residentes extranjeros serían manejados por el Ministerio de Justicia y no por los municipios como actualmente sucede.

Los proyectos de ley para revisar la ley de inmigración, que fueron presentados a la Dieta en marzo, han sido puestos en la mira crítica de los abogados y organizaciones sin fines de lucro de apoyo a los extranjeros, que se quejan que la propuesta de un control más estricto es una violación de los derechos humanos.

Otro factor problemático es referido a los casos en que los extranjeros con un visado de cónyuge se alejan de sus cónyuges, y, por tanto, no mantienen "una vida normal de casados". En el caso de estas personas que en general son victimas de la violencia domestica y no tiene otra opción que cambiar de residencia. La nueva ley les obligaría a llevar un registro actualizado de su nueva residencia y las expondría a las mujeres ante sus maridos. Este es uno de los argumentos de los críticos de los nuevos proyectos de ley.