La televisión japonesa, TBS, programa “News Bird”, casi como una costumbre diaria, trasmite por estos días los diferentes casos de problemas de la comunidad brasileña en Japón agobiada por la crisis económica y el desempleo.
Hoy tocó el caso de Antunes un brasileño residente en Okayama, despedido desde hace un mes de una empresa de auto partes, quien ha visto en todos estos días desvanecerse como una nube sus sueños japoneses. Mientras narraba su caso para la televisión japonesa, no podía contener las lágrimas en medio de la incertidumbre que mora en su casa como un invitado indeseable.
Antunes narraba que siente vergüenza porque es ahora su mujer, quien gana 900 yenes la hora, la que mantiene el hogar, pese a los esfuerzos que ha hecho para encontrar trabajo. “es la primera vez que me despiden del trabajo”, cuenta Antunes, quien tiene una familia de tres hijas la mayor de 12 años. Todas sus niñas han nacido en suelo japonés.
Duele ver la impotencia de un hombre, de un padre, de un vecino, casi un con nacional, que tiene la piel extranjera como nosotros, que había puesto su futuro y el de sus familia en su esfuerzo honrado y legitimo.
La televisión mostró escenas de búsqueda de trabajo en el centro de búsqueda de trabajo japonés, “Hello Worker”, colmado de trabajadores extranjeros como Antunes y el aprendizaje en un instituto de capacitación laboral de soldadura. Y clases de idioma japonés, de unos dekaseguis que buscan sacarse el traje de dekasesguis a toda costa, aprendiendo el idioma de la sociedad oficial, “para tener mejores oportunidades de trabajo”, según expresó una señora brasileña.
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