Una organización civil, unitaria y representativa.
Necesitamos una organización que represente a todos. Que este al margen de cualquier clientelaje político, comercial o personal. Y no estamos hablando de fantasías ni de recetas de sabor dulce, no, lamentablemente. La crisis económica que nos ha tocado vivir fuera de nuestros países, es de tal magnitud que va a cambiar el sistema económico mundial y la vida a muchos de nosotros.
Entonces necesitamos de una organización los latinoamericanos en Japón, para tal vez hacer lo que muchos no pensábamos hacer, caminar solidariamente, unir nuestras plegarias y esperanzas a los demás.
Tal como muchos latinoamericanos ya lo están haciendo, uniendo sus familias en una sola casa, para ahorrar gastos, una especie de olla común familiar permanente de primos, o hermanos, buscando sacarle cuerpo a la crisis. Y es que las necesidades humanas no esperan. Porque trabajar tres días a la semana, sin horas extras o a veces solo la mitad del día, dan como resultado sueldos de
Necesitamos una organización que sea el resumen de todas las ideas y carencias que tenemos. No será de tipo social, ni nacional, sino el resumen de todas las ideas y necesidades que tenemos. Una organización civil que nazca de la emergencia y que quizás pueda luego convertirse en el punto de identificación de todos nosotros, pero eso lo sabremos después.
La organización debe ser convocada para los fines humanitarios de la emergencia, sin quitarle legitimidad.
Su identidad debe ser latinoamericana, sin distingo de ninguna clase.
Debe buscarse un tipo de legalidad en el marco de las leyes japonesas, y amparadas por la gestión y apoyo de todos.
Una organización centralizada o descentralizada de acuerdo con la geografía política japonesa. Es cuestión de ver lo más conveniente.
La estructura, cargos en instancias orgánicas es una cuestión no menos importante, pero tendrá que ser vista en las conversaciones con todos.
¡Necesitamos una organización para apoyarnos mutuamente!
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