jueves, 26 de marzo de 2009

El Toyota que usted no conoce

Muerte por exceso de trabajo en la Planta de Prius

National Labor Comitee New York.

Tan pronto como se graduó de la escuela secundaria, Kenichi Uchino ingresó a trabajar a la empresa Toyota en abril de 1989 a los 18 años de edad. Esto había sido siempre su sueño. El se crió en la ciudad de Toyota, donde tanto su padre y su abuelo trabajaron en las plantas de Toyota. Cuando niño, ayudaba feliz a su padre en el lavado de su auto Toyota.

A las 4:20 horas de la mañana del sábado 9 de febrero de 2002, cuando faltaba poco para finalizar su jornada de 14 horas en turno nocturno de la planta de Toyota Prius, Kenichi Uchino de 30 años de edad de repente se derrumbó. Fue llevado al hospital, donde, veinte minutos más tarde, fue declarado muerto. Dejó una joven esposa, una hija de tres años y un hijo de un año de edad. El tribunal en la ciudad de Nagoya, Japón declaró que la muerte del Sr. Uchino se debió a la sobrecarga de trabajo en la planta de Toyota Prius y ordenó al Ministerio de Trabajo a pagar una pensión a la familia para que los niños no sufran más de lo que ya habían sufrido.

El Sr. Uchino a la izquierda de su joven esposa y sus dos hijos,-uno de un año de edad y otra hija de tres años de edad.

En los 30 días previos a su muerte, Kenichi Uchino había trabajado 106 ½ a 155 horas extraordinarias, y la gran mayoría de estas horas extras no habían sido pagadas. La gran diferencia en el rango del horario es debido a los criterios de si contabilizar como tal los trabajos que se llevaba a casa y las horas de reuniones informales con sus colegas. La diferencia de esos rangos fueron impagos. "Uchino había sido encargado de las actividades para crear sistemas de control de calidad” por “iniciativas propias", -citando un artículo de prensa publicado en Nagoya el 1 de diciembre de 2007 - "Toyota argumentó que dichas actividades eran realizadas fuera del horario laboral. Pero el Juez Tamiya, aceptó el argumento de la esposa que planteó que “esas actividades consistían en la práctica el ámbito del trabajo de Uchino en Toyota. Incluso dado por descontando las horas que le demandaba el trabajo que se llevaba a casa y las reuniones fuera de la empresa, el tribunal dictaminó que el Sr. Uchino había trabajado 61 horas y media de horas extraordinarias sin pago en los 30 días previos a su colapso y la muerte súbita en la planta Tsutsumi, donde se produce el Prius.

La Sra. Hiroko Uchino, con voz suave nos refirió que Kenichi “era cariñoso y buen padre."

Kenichi Uchino era un buen trabajador. Pero, como los jefes administrativos, Toyota añad más y más responsabilidades a su carga de trabajo, y comenzó a sentir la presión de la enorme cantidad de horas extraordinarias. De las cuales una gran cantidad de horas fueron no remuneradas, de las que además no tuvo forma de escapar.

Kenichi trabajó como inspector de control de calidad en la planta Tsutsumi en la ciudad de Toyota donde se fabrican los autos Prius. Su trabajo principal era chequear las fallas de las carrocerías. Si se encontraba defectos, el coche tenía que ser retirado de la línea de montaje, reparado y sólo entonces podría volver a la línea. Tenía que realizar un seguimiento de todos los números de coches en la línea. Su esposa dijo que su trabajo era "muy estresante", ya que si surgían problemas en otras líneas a menudo era llamado a esas otras líneas. También tenía que realizar un seguimiento de las piezas de automóviles e informar sobre las piezas faltantes.

Kenichi también fue puesto a cargo de la seguridad del tráfico, tanto dentro como fuera de la planta. En la planta de producción donde las carrocerías de los autos y los vagones grandes llenos de piezas se mueven a control remoto van, vienen y se entrecruzan, la seguridad laboral era, en particular, una de sus labores de gran responsabilidad, responsabilidad que no podía descuidar en ningún momento pues los trabajadores constantemente están en movimiento.

Después de terminar su turno "oficial", Kenichi tenía que quedarse a preparar informes para el próximo turno, haciéndoles saber los problemas que se presentaron en el turno que terminaba y qué requería prepararse para el siguiente turno. Kenichi fue también líder del Círculo de Control de Calidad, a cargo de un grupo de diez o más trabajadores que tenían que reunirse varias veces al mes y preparar un reporte trimestral que contenga ideas para aumentar la productividad y reducir los costos. Estos reportes obligatorios sobre Control de Calidad fueron siempre horas extras impagas. Como empleado experto de Toyota tenía que reunir materiales de referencia, preparar informes para diferentes tipos de reuniones. Tuvo además responsabilidades de cargos administrativos como es chequear si los descansos pagos y subsidios de los trabajadores de su línea eran correctamente pagados. Kenichi fue responsabilizado también de la formación de los nuevos trabajadores temporeros que Toyota constantemente contrataba. La noche en que falleció, justamente, había estado entrenando a un trabajador temporero.

“Kenichi Uchino y su Familia”

"Los últimos seis meses fueron especialmente difíciles” nos contó la Sra. Uchino. En Toyota, los trabajadores alternan turnos cada dos semanas, del día a la noche y viceversa. En el turno de día, la rutina del Sr. Uchino era de 5:30 a.m. a 7:30 p.m.,, 8:00 ó 9:00 pm, al día trabajaba 13, 14 o hasta 15 horas. A menudo trabajaba hasta seis días a la semana. La semana antes de su muerte, trabajó 82 horas en el turno de día, que sumarían 85 horas, si contamos las tres horas de trabajo que realizó en casa el domingo. La semana que murió esta en el turno de noche, llevaba trabajando 70 horas. Desde las 3:20 p.m. hasta las 5:20 a.m. del siguiente día, jornada de 14 horas que incluyen las acostumbradas horas extras. Cuando trabajaba en el turno de noche, salía de casa alrededor de las 2:00 p.m. y, a menudo, no regresaba hasta las 7:00 de la mañana siguiente en que su esposa ya estaba despierta. Si contabilizamos las horas de traslado de la casa a la empresa, él estaba ausente de la casa 17 horas al día. Sólo dormía cuatro o cinco horas al día. Cuando llegaba a casa, estaba tan cansado que ni podía jugar con sus hijos ni comer con su familia, con frecuencia lo único que hacía era caer derrumbado en la cama.

Los fines de semana, se dedicaba a recuperar el sueño, realizar el trabajo traído a casa, participar en las actividades de “propia iniciativa”. Pero, antes de tener ese ritmo, al Sr. Uchino le gustaba llevar a la familia de paseo en auto, su auto Toyota.

La señora Uchino dijo que su marido se quejaba de las agotadoras horas y el estrés constante, pero no demasiado, le solía decir: "es duro, pero ni modo. Alguien tiene que hacerlo. “Por el bien de la familia tenía que mantener una buena actitud”, “él, mantuvo la esperanza de que poco a poco las cosas mejorarían. Pero sin que mejoraran las cosas, él se murió." Nos contó la Sra Uchino.

La Sra. Uchino, para poder solventar los gastos de crianza de sus hijos, solicitó la pensión para la familia deuda por muerte en el trabajo, a dos instancias de la jurisdicción del Ministerio de Salud y trabajo que son: las Oficina de Inspección de Normas Laborales y a la Dirección General de Trabajo de la prefectura de Aichi, la sección de Seguro Laboral. Pero su solicitud fue denegada las dos veces. Recién a seis años después de la muerte de su esposo, cuando la Sra. Uchino con la ayuda de un abogado consiguió ganar el caso en el Tribunal del Distrito de Nagoya, consiguió ser indemnizada con la pensión. La corte regional estipuló que había una relación causal y consecuencia entre las largas horas de trabajo del Sr. Uchino en Toyota y su muerte. Toshiro Tamiya Magistrado Presidente determinó que "el Sr. Kenichi Uchino murió a causa de exceso de trabajo”. El juez Tamiya señaló que “el Sr. Uchino estaba tan cansado que no podía siquiera jugar con sus hijos. "

En los tribunales, la empresa Toyota argumentó que el Sr. Uchino había trabajado sólo 45 horas de las horas extraordinarias en el mes previo a su muerte y que las otras 61 horas y media fueron de naturaleza "voluntarias" y "eran actividades informales”. El tribunal rechazó el argumento de Toyota y dictaminó que el número de horas extraordinarias efectivamente trabajadas por el Sr. Uchino fueron más de de 106 horas. Incluso se trataba de un cálculo muy conservador, ya que no incluyen los trabajos llevados a casa efectuados los fines de semana, o las reuniones de trabajo con los colegas fuera de la gestión de la planta fomentados por las exigencias de la administración. El tribunal dictaminó que el Sr. Uchino había trabajado más de 61 horas extraordinarias no remuneradas en los 30 días antes de que se derrumbó y murió.

La Sra. Uchino sostiene que su marido trabajó en realidad 155 horas extraordinarias, lo cual quiere decir que 110 horas no fueron remuneradas. La Sra. Uchino señala que con frecuencia su marido trabajaba tres a cuatro horas en sus días libres-como lo hizo el sábado antes de su muerte, 26 de enero, preparando los informes cuyo plazo vencía la semana siguiente. Hubo también reuniones frecuentes con los colegas fuera de la fábrica, a menudo con comida y bebida. Toyota afirma que esas reuniones son de libre participación y que a nadie se le obliga asistir. Pero, en realidad, los trabajadores jóvenes, aspirantes al ascenso, percibían la presión y la asistencia a esas reuniones informales se les hacía normal la asistencia obligatoria.

Durante largos seis años la Sra. Uchino ha luchado para ganar una pensión por la muerte de su marido para poder criar a sus niños pequeños. Durante todo ese tiempo, el sindicato de Toyota al que pertenecía el Sr. Uchino, no hizo nada, no mov un dedo para ayudar a ella y sus hijos.... El sindicato de Toyota no reclamo nada de indemnización para la familia. La señora Uchino nos dijo: "El Sindicato de Toyota es sólo una entidad a favor de la administración de la empresa Toyota."

La administración de Toyota nunca pidió disculpas a la familia, ni una vez ha expresado sus condolencias, ni la ha ayudado ni una vez, ni mucho menos han dado un pronunciamiento público.

La señora Uchino nos dijo: “en la ciudad de Toyota la gente no habla de asuntos relativos al trabajo, como enfermedades y muerte por exceso de trabajo, porque ello daría una mala imagen de Toyota. Hay una tendencia a ocultar los problemas”.

La Sra. Uchino nunca tuvo intención alguna de convertirse en una activista crítica atacante de Toyota. Su lucha fue totalmente por sus hijos. Ella, tan sólo aspiraba a poder criar a sus hijos dentro del estándar normal como cualquier persona, y por ello consiguió la pensión de su difunto marido. Por sus hijos, eso era algo mínimo que la Toyota debería haber asumido sin mediación de reclamo, pero.....

El Sr. Uchino tenía justo 30 años cuando murió por exceso de trabajo. El no estaba enfermo ni era de tomar mucho licor, ni se dedicaba a las apuestas. Actualmente sus dos hijos tienen 7 y 9 años respectivamente.

Sra. Uchino, Barbara Briggs y Charles Kernagahn

Junio de 2008

"Muerte por exceso de trabajo en la Planta de Prius"

Es parte de un trabajo de Investigación elaborada por:

National Labor Committee

Charles Kernaghan, Barbara Briggs,

Xiaomin Zhang, Jonathann Giammarco, James Saylor, Danielle Rosenthal
"El Toyota que usted no conoce"
National Labor Committee

0 comentarios: