Las empresas “Haken”
El amplio uso por las fábricas de trabajadores temporales sólo se legalizó en 2004, permitiendo a las empresas gigantes como Toyota Motor Corp. y Canon Inc. confiar en los trabajadores temporales la producción en sus fábricas. El uso de trabajadores temporales permite a las empresas adaptar la producción a la demanda que viene del exterior. Si la demanda aumenta recurren a los temporeros a través de la contratación de las empresas que se especializaron en este tipo de trabajadores, las empresas “Haken”.
Las reformas neo liberales privatizadoras que desde el 2004 impuso el gobierno de Koizumi, tuvieron su rostro más descarnado en la “liberalización del trabajo”, nombre técnico y muy bonito, para legalizar a las empresas “Haken”. Con esta ley el gobierno de Koizumi, pretendió favorecer el desarrollo de las empresas y la acumulación de capital.
Una de las claves para la frágil recuperación económica de Japón luego de la “década perdida” de los 90s ha sido la explosión en las agencias de trabajo temporal, “Haken”, los intermediarios que permiten a las empresas asumir el trabajo sin tener que pagar las prestaciones sociales y luego prescindir de los trabajadores a voluntad.
Pero lo que no estaba previsto en esas normas era que se estaba sacrificando a la clase media japonesa, que se estaba condenando a la pobreza a sus trabajadores y por lo tanto reduciendo el consumo. Situación que es parte de la problemática económica japonesa actual. La Toyota no ha caído en la crisis general por mala administración, no, sino porque su producción ha pasado a depender principalmente de la exportación y como la exportación ha caído, cae la Toyota. Los empobrecidos trabajadores japoneses no tienen la posibilidad de comprar un “Prius”, el estandarte actual de la Toyota.
La empresas “Haken” ya existían antes de 2004, así que no se inventaron de la noche a la mañana, lo que hizo Koizumi fue legalizar algo que ya existía con el nacimiento del capitalismo en Japón. Formaban parte del lado oscuro de la luna, algo muy japonés, todos saben, pero lo ignoran. Es parte del “omote” nipón, cuidar las apariencias. Eran manejadas desde luego por personas del mundo marginal, no creaba un gran prestigio social ser dueño de una empresa “Haken”. Eran sórdidas empresas que se armaban y desarmaban al gusto de los clientes. Cuyo objetivo era explotar de mejor manera a los trabajadores. Su legalidad imprimió carta de ciudadanía, pero no de prestigio social.
"En Japón, la gente muy a menudo se quedan sin hogar tan pronto como pierden sus puestos de trabajo", dijo Makoto Yuasa, director de Centro de Soporte de Vida Independiente, un popular grupo activista. "No hay protección para las personas que quieren trabajar, pero están fuera de los puestos permanentes de trabajo".*
Los trabajadores pierden sus viviendas, porque en Japón esta muy extendida la costumbre de ceder un dormitorio a los trabajadores de la empresa. La habitación en el mejor de los casos es personal, pero en otros es compartida. El pago por la habitación de dimensiones reducidas es siempre el mismo. Lo que permite a la fábrica o a la empresa “Haken” incrementar sus ingresos.
El pago por una habitación donde dormir, es generalmente por
Las empresas “Haken” se valen de muchas artimañas para sacar provecho de los trabajadores temporales. La vivienda – dormitorio, llamada en Japón “Ryo” es una de ellas, pero no la única. Los trabajadores tienen muchos beneficios sociales que las normas laborales y las costumbres les han concedido. Casi todas las empresas “Haken” las han violado o ignorado para su conveniencia.
El pago de transporte, en muchos lugares y situaciones laborales determinadas, construcción, trabajos de carreteras, etc., los trabajadores gozan del pago por movilidad. Las empresas “Haken” eluden o ignoran ese pago, aduciendo o ignorando dicho beneficio.
Las vacaciones pagadas, cuando los trabajadores latinoamericanos –Dekaseguis- llegamos a Japón. Desconocíamos todo, el idioma, las costumbres, los lugares, la amabilidad japonesa y por supuesto el despiadado mundo de las fábricas. La norma general era, “hora trabajada, hora pagada”, aprendimos que los descansos estaban prohibidos más allá de lo humanamente posible y que lo que nos convenía era trabajar. Bueno muchos de nosotros lo entendimos de la mejor manera. Veníamos a trabajar a Japón a hacer dinero. No a vivir o a pasear en Japón. Así que la ecuación más trabajo más dinero se convirtió en una formula mágica para llenar nuestros sueños de migrantes en Japón. Claro no pensábamos en quedarnos.
No existían las vacaciones, y los días o las escasas semanas que no se trabajaba, fin de año, la semana de descanso de verano, etc. No eran pagadas. Nadie nos informó que existían las “vacaciones pagadas”, que vaya si existían derechos laborales en Japón. Durante años esos derechos fueron ignorados.
Muy tarde ya, casi desde el nuevo siglo los trabajadores extranjeros fuimos aprendiendo, de la mano de los sindicatos citadinos que empezaron a apoyarnos y a conocer que si teníamos derechos laborales en Japón, que no estábamos en Marte.
* (Mainichi Japón) 17 de febrero de 2009
Vivienda de un "Hoomless" en Tokyo.
1 comentarios:
¿Pago por movilidad? ¿qué significa? ¿Sólo una semana de vacaciones en verano? ¿Es así para todos? ¿Cuántos días de vacaciones al año tiene un trabajador en Japón? ¿Existe alguna prestación del estado para el trabajador desempleado? (quizás estas preguntas queden resueltas en los siguientes artículos sobre la pobreza que aún no he leído. si es así, me disculpais).
Vuestros artículos me resultan (a pesar de la falta de algún que otro detalle más para los que no vivimos ahí) muy aclaratorios sobre el mundo laboral en Japón.
Acabo de descubrir vuestra web i, aunque no tengo intención de viajar a Japón -menos ahora con los problemas producidos por el reciente tsunami- me parece muy interesante y muuuuuy útil. No es fácil encontrar información sobre el país en lengua castellana, y se agradece mucho.
Desde España, estamos con vosotros en estos duros momentos que estais viviendo. Un cordial saludo.
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