viernes, 6 de marzo de 2009

La Pobreza en Japón I

"Home lees en la estación de Kawasaki"

“Entrar en las rieles del tren”

Japón es la segunda economía en el mundo, después de los Estados Unidos. Y siempre nos ha sido difícil imaginarnos y tratar de comprender que hay pobreza en Japón. Para nosotros todos los japoneses son ricos, pues su país es rico. Y ya llegando al Japón nunca se nos ocurrió pensar que haya pobres y más aun que se mueran de pobres, como en cualquier ciudad latinoamericana. La diferencia esta en que al costado se riega el derroche, y hay mucho de orgullo también en las personas que se dejan morir calladamente en sus apartamentos.

La inmensa clase media japonesa surgida de los escombros de la Segunda Guerra Mundial, y la nueva estructura social que de allí nació, nos impedían ver el otro lado de la luna.

Pues, si hay pobreza en Japón, siempre la ha habido. Sólo que ha vivido escondida a nuestros ojos extranjeros, incapaces de leer el idioma y menos los símbolos culturales de este país. No podemos ver a este país con nuestros códigos culturales, no hay barrios exclusivamente pobres como en Latinoamérica, ni exclusivamente ricos que marquen las diferencias. Hay desde luego algunas zonas elegantes en Tokyo, el distrito de Chiyoda Ku, y Yamate en Yokohama. El lado oscuro de la luna sería San ya en Tokyo, Kotobuki cho en Yokohama y Hamagasaki en Osaka. Barrios que albergan a los desheredados de la riqueza en Japón.

Un ingreso personal de menos de 2 millones de yenes anuales es el estándar en dinero para ingresar a ser pobre en Japón. Según un estudio gubernamental desde 1995 el número de trabajadores pobres se ha duplicado hasta el año pasado. Y los desempleados son según un reciente informe 2,700 millones de personas, el 4.1% de la población económicamente activa. Cifra baja comparándolas con Europa. Pero las cifras tienen un sonido de tambor lúgubre, 400,000 trabajadores perderán sus empleos en marzo. De los cuales se calcula 125,000 son trabajadores eventuales, el eje sobre el cual gira la pobreza. Casi un tercio de la masa laboral de Japón es actualmente eventual.

Los trabajadores pobres son aquellos que no pudieron ponerse en “las rieles del tren”, dicho japonés que significa que una persona tiene necesariamente que encausar su vida laboral en una empresa, e ingresar al sistema y no salirse de ese camino. Nada simbolizan más las rieles japonesas que el uniforme. Es la vida, la identidad de una persona, de un trabajador.

En Japón una persona comúnmente no se identifica por su nombre, “Tanaka san”, o “Suzuki san”, no su verdadera identidad esta relacionada a la empresa para la que trabaja y su prestigio social corre paralelo al de la empresa. “Toyota san” por ejemplo.

Otra característica social importante es tener una dirección, y un teléfono, son como los DNI para los japoneses. Los ciudadanos japoneses no cuentan con un documento nacional de identificación. Usan para los asuntos corrientes y de trámite su carné de conducir, de seguro y otros.

La ausencia de una dirección, significa que no tiene casa, identidad. Sin dirección, un trabajador, para efectos prácticos está imposibilitado de obtener un trabajo. Actualmente el teléfono celular suple la ausencia de un teléfono fijo. Por este motivo el celular es para muchos que han sido empujados al hoyo del desempleo, más que un medio de comunicación, es una tabla de salvación. Es la última cuerda que los ata al mundo, a la vida. Algo así como el respirar. En un programa de televisión un desempleado sin hogar, revisaba incesantemente su celular, como si agitara una bandera, levantaba un ancla fuera de la isla en que está.

Y esa es una terrible costumbre por estos días, porque en Japón para muchos trabajadores perder el empleo, significa perder la vivienda. Porque según las costumbres japonesas los trabajadores viven en los apartamentos de las empresas. Esto ha motivado que se incrementen los “home lees”, los sin casa y se agudicen los problemas sociales.

Los trabajadores temporales, los despedidos por la crisis, y los jóvenes que no van a encontrar empleo pasaran a engrosar las filas de los que se quedaron fuera de las líneas del tren de la vida.

6 comentarios:

Jairo Nevarez dijo...

Vaya, ni me imaginaba que la situación era asi.

Animo, la unica derrota es dejar de luchar.

Un saludo desde méxico.

Anónimo dijo...

hoolaa!! XDD ke guay estoy publicao en interneet !!!

Anónimo dijo...

hola retrasaoos konichiwaaa, soy japonés y me la chupa mi china madre

Anónimo dijo...

la única diferencia es que haya los pobres son un porcentaje muy bajo comparado con los países latinoamericanos

Anónimo dijo...

Y todos uds. Latinos tienen la ortografía más asquerosa que he visto, vayan a la escuela!!!!...

Anónimo dijo...

Bueno, pero en todos los países existe la pobreza, el caso de japón es interesante, pero yo siempre he pensado que parte de esto se debe a la personalidad de los Japoneses y sus tradiciones, creo que los atan un poco y los llevan a esto, pero como he dicho la pobreza se da en todos los lugares, pero es impresionante verlo en Japón, claro desde la óptica de un occidental o cualquier americano, que la mayoría de la veces piensan que todo Japones es rico y en gran medida gracias a los mangas y animes, muy interesante tu articulo. Saludos